Palacio de Ripalda

Este ecléctico palacio valenciano construido en 1889, era la residencia de una poderosa y singular mujer, María Josefa Paulin de la Peña, condesa viuda de Ripalda. A la muerte de la condesa, la propiedad pasa a su hija que muere años después sin descendencia, y el palacio y sus jardines sufren la decadencia del abandono.